viernes, 31 de marzo de 2017

Turismo saludable, un regalo para toda la vida

La inteligencia naturalista, es decir, la sensibilidad para apreciar los detalles del paisaje y la vegetación, es una de las habilidades más importantes que puedes potenciar en tu hijo a través de la formación ambiental. Una actividad sencilla como, por ejemplo disfrutar de tiempo en familia en un camping ubicado en el Parque Nacional de Picos de Europa, es todo un regalo de beneficios incalculables en el desarrollo de tu hijo.




Turismo beneficioso para la salud 

Se trata de una zona de alta montaña en la que disfrutar de rutas de senderismo por bosques de hayedos, robles y acebos... o acercándote a las imponentes cumbres de caliza, tan características de los Picos de Europa, o conociendo la famosa ruta del Cares. Es por tanto, uno de los alicientes para realizar un viaje en familia a un destino natural y practicar deporte. Una escapada en la que hacer actividades diferentes como las rutas a caballo por los mágicos bosques del Valle de Valdeón, marcará una dulce huella en el abanico de experiencias positivas de sus hijos.  Pero el catálogo de actividades de montaña que aporta diversión y enriquece el tiempo en familia no acaba aquí, barranquismo, la vía ferrata de Valdeón o el descenso del Sella en Canoa, son algunos ejemplos de cómo pasarlo en grande y configurar un viaje inolvidable.








Los niños han nacido en la era tecnológica, y por ejemplo, el uso de móviles y tablets para entretenerles causan un efecto negativo en su sistema neuronal, sin embargo, a través de actividades en contacto con la naturaleza, no sólo potencias en tu hijo el conocimiento del medio rural, además, desde el punto de vista de la salud, estos espacios son saludables ya que reducen el estrés, potencian la práctica de ejercicio físico, aprenden sobre convivencia y a valorar los beneficios de hallarse en este entorno,  como respirar aire puro, o apreciar los sonidos de la naturaleza, por ejemplo, el viento moviendo las hojas de los árboles, el agua discurriendo por su cauce o la lluvia.  En definitiva, el contacto con la naturaleza aporta una agradable sensación de bienestar y autoestima familiar, y a nivel cerebral, propician la generación de nuevas conexiones que contribuyen al óptimo desarrollo del niño.



Ir de camping en familia es una oportunidad para experimentar un estilo de vida diferente gracias al turismo sostenible a través del que tu hijo desarrolla valores ecológicos que son vitales para su bienestar. Un viaje en el que dar protagonismo a rutinas cotidianas que con tanta frecuencia pasan desapercibidas, por ejemplo, la magia del amanecer o las vistas del cielo estrellado durante la noche. La naturaleza es un tesoro fundamental y el ser humano forma parte de ese ecosistema natural. Por esta razón, a través de un viaje de estas características, tu hijo puede redescubrir el mundo que le rodea sin la mediación de un dispositivo tecnológico. El entorno natural es esencial para poner en práctica virtudes tan necesarias y saludables como la paciencia.



Además, si te gusta hacer fotografías de tus viajes en familia, los paisajes naturales crean el mejor escenario de color para aportar calidad visual a las imágenes de esta escapada con las que personalizar un álbum inolvidable. Aunque la mejor fotografía os la llevaréis impresa en vuestras memorias.